Vivo en una eterna revolución de pensamientos, una autentica vorágine sin sentido relativo para la que nunca me prepararon. Cada persona tiene su propio caminar en la vida, en su afán por la búsqueda de una especie de nirvana que me gusta calificar últimamente de utopía inherente, todo el mundo de una manera o de otra camina en la misma dirección, aunque a veces es difícil compatibilizar estos caminos entre todos, incluso a veces lo es hacerlo entre dos personas que desean alcanzar su propia utopía conjunta, sencillamente, la vida esta llena de incompatibilidades entre nosotros, y esto no es algo malo aunque muchos así lo crean, cada cual debe buscar su propio camino, y entender que a través de ello, conseguirán realmente llegar a alcanzar la relativa utopía de felicidad. Muchas veces me quise creer que se trata de seguir las pautas que la sociedad rige para ser un individuo correctamente integrado y funcional, es normal, nos adaptan desde que nacemos a ese pensamiento, y que consecuencia de ello conseguiría estar mas cerca de ese particular nirvana, supongo que no hacia mas que mentirme, esforzarme por conseguir una felicidad que no me reporta nada en mi vida, solo la valoración positiva de una sociedad basada en una mentalidad grupal en su mayoría, y es dificil alcanzar algún valor dentro del grupo, cuando la masa carece de una suma de valores individuales, y simplemente sirve para suplir una necesidad de integración. No se trata de ser diferente, ni ir en contra de la masa, solo se trata de encontrar un camino propio, sabiendo adaptarse al medio, entendiendo las incompatibilidades y viceversa.
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