
Ahora va siendo hora de salir en busca de esa felicidad propia, queda un suspiro y medio para despegar, estar en el aire, con lo que ello conlleva; el fin de todo lo que fui aquí, y el principio de lo que seré allí.
Aun así, no puedo evitar sentir el peso de todo lo que se queda aquí, pero todos saben que una vez en el aire, no hay peso que valga, si quieres empezar a volar.
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